"El Testimonio de Juan el Bautista"
En el Evangelio de Juan, vemos cómo Juan el Bautista juega un papel crucial en la preparación del camino para Jesús. Él fue enviado para dar testimonio de la verdadera Luz, Jesucristo, dejando claro que no era el Cristo, sino solo un mensajero. Lo más significativo es cómo presenta a Jesús como el "Cordero de Dios que quita el pecado del mundo."
Este título, "Cordero de Dios", tiene un gran peso, porque apunta a la misión de Jesús: sacrificar su vida para librarnos del pecado. Juan el Bautista no solo reconoció a Jesús como el Salvador prometido, sino que también mostró humildad y claridad en su testimonio, señalando a todos hacia Cristo.
Dios nos llama, como lo hizo con Juan, a ser testigos de esta misma verdad: Jesús es el único que puede perdonarnos y darnos una nueva vida. Este pasaje nos invita a reflexionar sobre nuestra propia vida y cómo podemos compartir esta buena noticia con los demás.
Aplicación Personal
Juan el Bautista nos enseña a testificar sobre quién es Jesús y lo que vino a hacer por nosotros. Así como Juan señaló a Jesús como el único Salvador, nosotros también debemos ser testigos fieles de Su obra en nuestras vidas.
Hoy, te invito a considerar cómo puedes compartir lo que Jesús ha hecho por ti con los que te rodean. Si nunca has recibido a Jesús como tu Salvador, ahora es una oportunidad para hacerlo. Jesús vino al mundo para salvarnos de nuestro pecado y darnos una nueva vida en Él. Solo a través de Él podemos encontrar el perdón y la paz que tanto necesitamos.