"El Verbo se Hizo Carne"
Los primeros versículos del Evangelio de Juan nos presentan algo extraordinario: Dios vino a vivir entre nosotros. El "Verbo" (que se refiere a Jesús) no es solo un maestro, un profeta o un guía espiritual, sino que es Dios mismo. Él estuvo presente desde el principio, participando en la creación, trayendo luz y vida a todo lo que existe. Sin embargo, cuando llegó al mundo, muchos no lo reconocieron ni lo aceptaron.
Pero aquí está la parte asombrosa: para aquellos que sí lo reciben, Jesús ofrece algo más que solo conocimiento o buenos consejos: ofrece una nueva identidad. Nos da el derecho de convertirnos en hijos de Dios, no por algo que hayamos hecho, sino simplemente por creer en Él.
Este es el corazón del evangelio: Dios ha venido a nosotros, ofreciendo gracia y verdad a través de Jesús. Él no es una figura distante, sino que se ha dado a conocer, para que podamos tener una relación personal con Él.
Reflexión Final
En este pasaje, vemos el plan de Dios para entrar en la vida humana y brindarnos la oportunidad de ser parte de Su familia. Convertirse en hijo de Dios es una invitación que está disponible para todos. Mientras sigues explorando, reflexiona sobre lo que significa recibir a Jesús y los cambios que eso podría traer a tu vida.
Aplicación Personal
Tómate un momento para reflexionar sobre cómo este pasaje habla a tu vida actual. Si alguna vez te has sentido distante de Dios o inseguro sobre tu identidad, este pasaje ofrece una promesa de cercanía y pertenencia. Piensa en cómo podrías explorar lo que significa conocer a Jesús más personalmente en los próximos días.