Versículo Clave
"Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús nuestro Señor."
– Romanos 6:23
Idea central
El pecado siempre tiene consecuencias. A veces las vemos rápido: relaciones rotas, culpa, ansiedad, pérdida de confianza, hábitos que nos esclavizan. Pero la Biblia dice que la consecuencia más grave es eterna: “La paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23), no solo física, sino separación de Dios para siempre.
Jesús enseñó que el problema del pecado no se resuelve solo “portándose mejor”, sino recibiendo un nuevo corazón. Y Dios no deja esta decisión como una opción extra: “Dios… manda a todos, en todo lugar, que se arrepientan” (Hechos 17:30). El arrepentimiento es un mandato, no un consejo.
Ver la Historia de la Biblia
En Lucas 16:19–31, Jesús contó la historia de un hombre rico que vivió para sí mismo y un mendigo llamado Lázaro que dependía de Dios. Al morir, sus destinos fueron opuestos: Lázaro fue consolado, pero el rico sufrió tormento. No hubo forma de cruzar de un lado a otro.
Esta historia nos recuerda que lo que amamos y vivimos aquí tiene consecuencias eternas. El pecado no tratado en esta vida no se puede corregir después.
Ahora mira el video del pasaje (Lucas 16:19–31)
Mientras lo ves, pregúntate: Si mi vida terminara hoy, ¿dónde estaría mi corazón? ¿Estoy listo para encontrarme con Dios?
Para reflexionar:
- ¿Puedes identificar consecuencias actuales de tus propias decisiones pecaminosas?
- ¿Qué piensas al considerar que el pecado también tiene un costo eterno?
Ejercicio: Escribe dos listas:
- Consecuencias que ya has experimentado por el pecado.
- Consecuencias eternas que la Biblia advierte. Pídele a Dios que te dé un corazón sensible para arrepentirte y buscar Su perdón.
Avance al próximo día:
Si el pecado trae consecuencias tan serias… ¿hay esperanza de cambio real? Mañana veremos que Jesús vino a traer perdón y un corazón nuevo.