"El que viene del cielo es sobre todos"
En Juan 3:22-36, encontramos a Juan el Bautista hablando sobre su papel como el precursor de Cristo. Él deja claro que su propósito no es exaltar su propio ministerio, sino señalar a Jesús, el Hijo de Dios. Juan utiliza una analogía simple pero poderosa: mientras que él es un hombre terrenal con un ministerio limitado, Jesús es el que viene del cielo, y como tal, es sobre todos. Jesús no solo habla de lo que ha oído de Dios, sino que Él mismo es la revelación de Dios. A través de esta sección, Juan reafirma la supremacía de Cristo, diciendo que quien cree en el Hijo tiene vida eterna, mientras que quien rechaza al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.
Este pasaje destaca el corazón del evangelio: Jesús vino del cielo con un propósito claro, ofrecer la vida eterna a aquellos que creen en Él. Esto nos recuerda que nuestra fe no está en meras palabras, sino en Aquel que tiene autoridad divina. Al reconocer quién es Jesús y creer en Él, obtenemos el regalo de la vida eterna, un tema central del mensaje cristiano.
Aplicación Personal
Este pasaje nos llama a reflexionar sobre dónde hemos puesto nuestra fe. Juan el Bautista, aunque un gran profeta, señaló a Jesús como el único digno de nuestra confianza total, porque Él es el Hijo de Dios que vino del cielo para salvarnos. Si nunca has considerado seriamente lo que significa creer en Jesús, este es un buen momento para hacerlo. Jesús ofrece vida eterna a quienes creen en Él. ¿Estás dispuesto a poner tu fe en el único que tiene la autoridad para dar vida eterna?
Oración Ejemplo
"Señor Jesús, reconozco que Tú eres el Hijo de Dios que vino del cielo para darnos vida eterna. Quiero creer en Ti con todo mi corazón y seguirte. Perdona mis pecados y ayúdame a confiar plenamente en Ti. Gracias por tu amor y por la vida que me ofreces. Amén."